Un operario ha vuelto a encerrar nuestra campa con las vallas que en fiestas de la Rotxapea algún vándalo decidió tirar por el suelo.
De paso, el susodicho operario ha decidido retirar las vallas que rodeaban el aligustre, al que algún buen vecino había decidido proteger.
No obstante, que conste que esta no es una mala decisión, ya que se acercan Sanfermines y desde hace unos años atrás nuestra campa se convertía en el Camping Rotxapea, un lugar donde nuestros ilustres visitantes venidos para correrse la juerga padre comían, dormían y todos los etcéteras.
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